SATURNINO RAMÍREZ

Los ritos del Juego

Por Darío Ruiz Gómez

Saturnino al encontrar el tema de los billares encontró un pequeño universo donde cabe todo: un espacio sacralizado por un ritual riguroso, por los movimientos de unos oficiantes que describen en el aire una especial caligrafía. La verde superficie es ya una metáfora. Al agacharse para tacar, para medir el golpe ya mental mente está descrito el dibujo de la carambola, ese mar verde, liso, es un territorio en libertad, un país que juega con nuestra misma libertad: la destreza unida lógicamente al azar venturoso nos lleva a la ilusión de que ese país nos ha concedido un pasaporte. Vano ensueño, la inadvertida falta de tiza nos lleva a fallar. Al instante ya todos estamos dentro de este universo imaginario, como astros las bolas se niegan a lo que el deseo y la pericia tratan de dictarles. No están solamente los jugadores, hay un público prisionero: ancianos, jubilados, vagos consuetudinarios, muchachos colados: las miradas dotan a la caligrafía invisible de todo un contenido sentimental: ahí vamos nosotros, nuestra pobre ilusión, la negación de nuestra destreza hasta que una canción que suena en el traganíquel nos devuelve a la realidad de los fracasos.


Saturnino Ramírez (Socorro, 1946 – Bucaramanga 2002). Nacido en el departamento de Santander, viajó a Bogotá donde estudió en la Universidad Nacional la carrera de Bellas Artes y posteriormente se trasladó a París. Pintor de atmósferas urbanas, reconocido por sus retratos de la turbulencia de la noche, por sus escenificaciones de prostíbulos, billares y calles sórdidas de las ciudades contemporáneas. En 1972 le fue otorgado el Premio del I Salón de Artistas Colombianos, Universidad Jorge Tadeo Lozano. En 1987 expuso en el Museo de Arte Moderno de Bogotá y en 2001 en el Museo de Arte Moderno de Medellín. Realizó muestras individuales en la Galería Aberbach de París y una de sus pinturas fue elevada a afiche en la Feria Internacional de Arte de París (Fiat).